Cada uno de los rincones de Fuerteventura cuenta una historia. Uno de los primeros asentamientos de los mahos, los primeros pobladores de la isla, fue alrededor de fuentes de recursos naturales, como las fuentes de agua. La Fuente de Tababaire es una de las que cuentan más historia.
Los primeros pobladores
La Fuente de Tababaire se ubica en el macizo de Vallebrón, en el municipio de La Oliva. Este asentamiento lo utilizaban los majos para abastecerse de agua. Establecieron su sitio alrededor de la fuente, donde pasaban el día acompañando al ganado para paliar la sequía que había en aquellos años.
Ocupaban su tiempo haciendo grabados rupestres a través de figuras geométricas. Hoy en día, se pueden ver estas pinturas, al igual que visitar la Fuente de Tababaire.
Debido a la importancia de estos puntos para la isla, el Cabildo de Fuerteventura solicitó en 1605, conservar y proteger las diferentes fuentes naturales que hay por toda la isla. Fuerteventura cuenta con numerosos manantiales. Además de la Fuente de Tababaire, durante esos años se preservaron otras como: Río Cabras, La Tinaja, Santa Inés, La Torre, Tacha Blanca o Teguereire.
Conservación del pasado
La naturaleza de Fuerteventura esconde grandes monumentos. En el año 2010 el Ayuntamiento de la Oliva inició el plan de “Recuperación Fuente Tababaire y Mirador”. El proyecto mejoró la accesibilidad, fomentando el turismo en la zona y dando a conocer la vida de los antiguos pobladores de Fuerteventura.
Además de renovar y restaurar los alrededores de Fuente de Tababaire, se construyó un mirador de 400 metros de altura. Desde esta construcción se divisan los llanos de Tebeto, el Barranco Esquinzo, y los pueblos de La Oliva, Lajares, El Cotillo y Majanicho.
La Fuente de Tababaire es una de las visitas que no te puedes perder en tu escapada a Fuerteventura. Descubre cómo vivían y los asentamientos de los primeros pobladores de la isla. Un viaje al pasado en el que conocer los primeros años de la isla majorera.