Conoce (y disfruta) las montañas de Verdeaurora
Verdeaurora se localiza en un lugar excepcional, doblemente protegido por dos espacios naturales y rodeado de montañas. ¿Montañas en Fuerteventura? Quizá te imaginabas una isla plana, pero enseguida descubres que son precisamente las montañas las que dan identidad al paisaje majorero. Y las de aquí resultan especialmente sorprendentes. Porque son los restos finales de un inmenso volcán surgido del Atlántico hace 20 millones de años. En realidad había tres volcanes, de una altura superior a los 2.000 metros; uno en el sur, otro en el centro y otro en el norte. Juntos los tres conformaron el nuevo espacio insular en un momento en el que las demás islas de Canarias aún no existían. Pero la erosión y diferentes convulsiones tectónicas a lo largo de casi diez millones de años los fueron desmantelando.
Imagina un exprimidor de naranjas. Imagina que en realidad Fuerteventura es una isla montañosa semejante a La Palma, abierta por decenas de largos barrancos que descienden raudos desde el altísimo pico central hacia el mar. Poco a poco, con la fuerza del agua, del viento, de terremotos y algún que otro cataclismo, esos valles van haciéndose más profundos, desmantelando sus altas paredes hasta quedar apenas las bases de algunos de ellos. Terminan convertidos en alargados y estrechos cerros de ancha base y perfiles afilados como navajas, como cuchillos, que es precisamente como se conoce en Fuerteventura a estas elevaciones tan características. Como los cuchillos de Vigán, de los Olivos o de Juanicón que rodean a la finca de Verdeaurora. Ahí donde las ves, tan descarnadas, son algunas de las montañas más antiguas de Canarias. Y de las más hermosas.
Pero la historia de la Tierra no es una foto fija. Después de largas calmas geológicas llegaron nuevas convulsiones y aparecieron otros volcanes, más modestos pero que, por ser más jóvenes, se han mantenido con la forma característica de volcán que todos tenemos en la cabeza. Aunque lo de juventud, en términos geológicos, es un decir. El volcán de Jacomar surgió hace más de 100.000 años y tuvo la extraña ocurrencia de salir en lo alto del cuchillo de los Olivos, desde donde desparramó su lava buscando el mar. También por esas fechas surgirían los volcanes de La Laguna y Liria, cuyas lavas conforman ahora el paisaje protegido de Malpaís Grande, lo más parecido a aterrizar en la Luna.
La caldera de Los Arrabales es una de las más recientes erupciones volcánicas de la isla, pero reciente quiere decir entre 10.000 y 26.000 años, cuando ningún ser humano había pisado aún estos territorios. Sus lavas cubrieron otras más antiguas, de tal manera que rejuvenecieron el relieve llano y pusieron punto final a un larguísimo periodo de tranquilidad geológica. Desde Los Arrabales hasta la península de Jandía hacía 12 millones de años que no se registraba una erupción volcánica.