Fuerteventura además de playas paradisíacas y espectaculares, posee monumentos que esconden importantes historias y que no puedes dejar de visitar en tu viaje a la isla majorera. Hoy en Verdeaurora Bio Farm, te ayudamos a descubrir los tres monumentos que son de visita obligada.
Castillo El Tostón
Situado en la zona sur de El Cotillo, el Castillo El Tostón lleva en pie desde 1.700 pero su historia comenzó mucho antes. En el siglo XV, se convirtió en una de las zonas más importantes de la isla, cuando la Corona de Castilla conquista Fuerteventura. El castillo servía como fortaleza contra los piratas bereberes, franceses e ingleses que atacaban la zona.
El Castillo el Tostón protegía el puerto de El Cotillo y las mercancías de cereales, ganado y cochinilla que llegaban a Fuerteventura. La edificación que puede visitarse en la actualidad, se construyó sobre las ruinas del Castillo Rico Roque. La parte superior estaba repleta de cañones para amenazar al enemigo, además de los hombres armados que se situaban en ese espacio.
Actualmente, el castillo se utiliza como centro de exposiciones y punto de información turística.
Casa de los Coroneles
En el municipio de La Oliva se encuentra la Casa de los Coroneles. Pese a ser un edificio de gran importancia en la isla y con una gran historia detrás, la Casa de los Coroneles o Casa de la Marquesa, tomó como modelo la arquitectura tradicional de las casas majoreras.
La Casa de los Coroneles se cree que se construyó entre los siglos XVII y XVIII, ya que los datos que se tienen de ella son muy escasos. Entre sus paredes han vivido numerosos coroneles y nobles, pero destaca por ser la residencia oficial de Coronelato de la isla, sobre quienes recaía el poder militar.
Consta de dos alturas, la planta baja estaba destinada al servicio, cuadras y despachos oficiales, mientras que en la segunda planta, se encuentran las dependencias de los coroneles y sus familias. Los dos pisos de la Casa de los Coroneles están distribuidos en torno a un gran patio interior.
La Casa de los Coroneles fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1979 y Bien de Interés Cultural en 1985. Actualmente, se puede visitar y además se utiliza como espacio para exposiciones, conciertos y demás actividades culturales.
Molinos de Fuerteventura
Los molinos de viento forman parte del paisaje de Fuerteventura. En la zona norte y centro de la isla es donde se ubican la mayoría, debido a las fuertes rachas de viento que soplan en estas zonas. Las nuevas formas de vida favorecieron la construcción de los molinos para facilitar la producción de productos de primera necesidad como la harina y el gofio.
Se distinguen dos tipos: los molinos y las molinas. Los primeros, son muy similares a los que inundan los campos de Castilla-La Mancha. Los molinos de viento tienen una planta circular con dos o tres pisos y poseen de cuatro a seis aspas. En el interior del molino se encuentra la maquinaria necesaria para triturar el cereal como las muelas, la tolva o las canalejas.
La molina, es una variación de los molinos de viento, que llevó a cabo Isidoro Ortega Sánchez. Las molinas están formadas por la torre, la maquinaria y el edificio. En la torre, construida en madera, se encuentran las aspas que giran con la fuerza del viento. La maquinaria se sitúa debajo de la torre y el edificio, de una sola altura y de planta rectangular, facilita la labor del molinero, ya que de esta manera no tenía que subir y bajar los pisos del molino cargado con kilos de cereales.
Los molinos y molinas de Fuerteventura fueron declarados Bien de Interés Cultural en 1994.
El Castillo El Tostón, la Casa de los Coroneles y los molinos y molinas de viento, son algunos de los monumentos para visitar en Fuerteventura y que no puedes perderte.