La piel es el órgano más grande del cuerpo. Además se encuentra constantemente expuesta a agentes externos por lo que hay que mimarla y cuidarla desde que somos pequeños. Los productos y cuidados deben de adaptarse a la edad y tipo de piel. Sin embargo, la rutina a seguir es la misma a los 20 que a los 50 años.
Limpieza
La limpieza de la piel es fundamental, ya que con ella eliminamos todas las bacterias y suciedad que se queda en la piel a lo largo del día. Es importante limpiar el rostro dos veces al día: al levantarse y al acostarse. Para eliminar los restos de maquillaje y liberar a la piel de la contaminación y suciedad ambiental es recomendable usar una limpiadora que se adapte a su tipo de piel, recuerda que no todas son iguales. Dependiendo del formato que hayas escogido deberás trabajarla de una manera u otra, con un algodón, con agua o directamente sobre la cara.
Hablamos de la cara, pero con el cuerpo ocurre lo mismo. Lava a diario la piel que recubre el resto del cuerpo. Escoge productos elaborados con ingredientes naturales regenerantes y e hidratantes tales como aloe vera y el aceite de oliva.
Hidratación
La hidratación es un paso clave y uno de los más importantes. Con ella mantenemos la piel nutrida y retrasamos la aparición de arrugas y signos de la edad. Como con la limpieza, escoge una que se adapte a tu tipo de piel: seca, mixta, grasa o normal. Opta por aquellas que contengan aloe vera y aceite de oliva, ya que regenera las células de la piel, aporta gran hidratación, tiene efecto calmante y antiinflamatorio y tiene propiedades antibacterianas, entre otros beneficios. Hidrata la piel dos veces al día, justo después de cada limpieza.
Algo que olvidamos pero debemos hacer durante todo el año es aplicar protector solar. Da igual la época estival del año, el sol está presente en todas ellas y los rayos inciden en nuestro cuerpo. Por ello, antes de salir de casa aplica protector solar como mínimo en el rostro. De esta manera, evitamos que aparezcan manchas y retrasamos el envejecimiento de la piel. Aquí te explicamos la mejor manera de cuidar la piel después de la exposición al sol.
La hidratación de la piel del resto del cuerpo es muy importante. A todos los bebés se les aplica crema una vez terminan el baño y lo mismo debemos hacer los adultos. Tener la piel nutrida la mantiene elástica y jugosa. ¿Cuántas veces hemos visto esas pieles escamadas y tristes? Para evitar estos efectos aplica crema hidratante cada vez que salgas de la ducha.
Exfoliación y mascarilla
Guarda un día de la semana para mimar la piel a fondo. Elige un día para relajarte y cuidarte. La exfoliación de la piel, tanto rostro como cuerpo, es algo que tenemos que hacer un día a la semana. Es importante realizarlo una única vez, ya que hacerlo diariamente es muy agresivo para la piel y elimina las células necesarias. Puedes comprar un producto exfoliante o hacerlo tú mismo en casa. El bicarbonato, la sal, el azúcar o el café molido son algunas de las bases que puedes utilizar para exfoliar la piel. Mezcla alguno de estos productos con aloe vera y aplícalo cuando estés en la ducha en todo el cuerpo, cara incluida.
Aprovecha la exfoliación y aplica después una mascarilla que podrás elaborar tú mismo en casa, tienes aqui el enlace donde te lo explicamos de manera muy sencilla.
No olvides tener una dieta equilibrada libre de productos procesados y beber dos litros de agua al día. Esto también ayuda a tener una piel elástica, luminosa e hidratada. En Verdeaurora Bio Farm tenemos productos naturales elaborados con aloe vera ecológico y aceite de oliva virgen extra, que ayudarán a que tu piel luzca perfecta. ¡Descúbrelos aquí!